ESP-IT
ESP Era de noche y la zona litoral de la ciudad carecía de iluminación, tan solo podía distinguirse la silueta de las aceras, las zonas de hierba y las calzadas de tráfico gracias a que las luces de los pocos automóviles que pasaban iluminaban vagamente la zona. Aprovechando la presencia de uno de ellos vi un paso cebra ante el que el vehículo se paró para dejarme atravesar la vía. Así llegué a la playa.
Me estiré en la arena, no recuerdo si directamente o en una toalla y supe que había más gente, pues algunos, también tumbados, llegaban a tocarte. Yo tenía mi radio - el móvil - encendida, iba amaneciendo y ya vi que sí, que había más gente; pensé que quizás esa canción de Manu Chao podría estar molestando a la gente, pues todo el mundo estaba medio dormido, pero no apagué la radio pues también yo estaba adormilado.
Entonces empezaron a hablar de que si las drogas entre la gente joven, si los llamados "mulas" que transportan droga en su propio cuerpo, que si los que se inician con cosas que parecen livianas pero el peligro está en pasar a otras cosas de mayor envergadura y que tal y cual... Me pareció interesante y volvía a pensar si el resto de la gente no estaría deseando que cortara ya la transmisión. Abrí los ojos y, aunque estaba en la arena, era un pequeño recinto, como una cabaña de madera con techo y comprobé que no solo no molestaba mi móvil sino que en una mesa se había establecido una tertulia a tres sobre la misma temática que la radio estaba debatiendo.
Ya me incorporaba para irme, quise apagar la radio pero no podía, la pantalla del móvil estaba como bloqueada, la única solución parecía ser la de reiniciar el dispositivo... Entonces desperté, desperté del sueño, todo lo anterior había sido un sueño. ¿Todo? no, todo no, resultaba que una hora antes, en el mundo real, yo en mi cama había sintonizado con el móvil la Cadena SER y se había quedado encendido el aparato mientras yo volví a dormirme. Todo lo que yo había escuchado que salía de mi móvil en el sueño, estaba saliendo también en el mundo real. No es la primera vez que la radio se cuela en el mundo de mis sueños. Era "a vivir que son dos días", con Javier Martín.
IT Stamani girondolavo per le strade vicine al mare. Tutto era al buio, non c'era illuminazione stradale, solo le macchine me permettevano di vedere dove era il marciapiede, i giardini, la carreggiata... Fu una macchina che si fermò per lasciarmi attraversare la strada. Arrivai al mare, la spiaggia, e mi sdraiai sulla sabbia addormentato... Al poco, si ascoltava una radio, una canzone suonava, era la mia radio! (lo smartphone). Accanto a me c'erano molta più gente, anche loro sdraiati sulla sabbia. Pensai che io starei disturbando a tutti con la radio ma mi riaddormentai. Poi, nella stessa radio si parlava di droghe, di quelli che fanno di corrieri, i muli, degli effetti nei giovani,...
Ancora pensai che agli altri potesse essere che non volessero ascoltare la mia radio e mi alzai. Adesso stavo in una sorta di capanna, sulla sabbia, tutto era pieno di persone che dormicchiavano e anche c'era un tavolo con tre persona attorno, sedute nelle sue rispettive sedie e dibattevano sullo stesso argomento della radio, senza agitarsi, con somma educazione... Cercai di spegnere la mia radio ma non era possibile, lo schermo era bloccato...
Allora mi svegliai!! mi svegliai nel mio letto, tutto era stato sognato!! Tutto? Veramente no; la mia radio suonava dal comodino accanto al letto. La radio si ascoltava nel mondo "reale" e anche nel mondo dei sogni!
PODI-.