ESP-IT
ESP El empleado llamó al siguiente según el sistema de gestión de turnos. "El 234" El 234 no aparecía, pero un señor, con gabardina gris, de cabellos canosos y largos, nariz pronunciada, ojos rasgados pero no orientales y rasgos más bien acusados y angulosos, hacía aspavientos entre el resto de personas que guardaban turno, al parecer tenía un número bastante anterior al llamado y se quejaba de que estuvieran llamando números posteriores. Como el 234 no venía, el empleado le dijo que pasara él pero el personaje estaba discutiendo con otra compañera sobre el asunto al tiempo que volvía al medio del vestíbulo y continuaba gesticulando.
La ventanilla que había llamado al 234 seguía libre y el empleado volvió a llamar a ese señor tan airado, que se avalanzó sobre la ventanilla libre al grito de "YO TENGO EL 230", a lo que el empleado le dijo que no se preocupara, que lo atendía él mismo en ese momento.
Entonces, el señor de la gabardina gris saltó el mostrador, se puso entre el personal del interior de la oficina, quienes fueron rápidamente hacia él al tiempo que un empleado de seguridad hacía lo propio, y del interior de la gabardina sacó una pistola que inmovilizó a todo el mundo y que emitió un disparo seguido de "AHORA ME VAN A ESCUCHAR, AHORA SÍ", y disparó contra una persona al azar "ÉL YA HA PROBADO ÉSTA", donde ésta era el arma acabada de disparar y otra vez BANG y un "ÉL TAMBIÉN LA HA PROBADO", aunque no se veía que nadie cayera abatido. El empleado que había llamado inicialmente al 234 se había agachado y aunque no había podido esconderse si que había procurado que entre él y el señor de cabellos canosos hubiera una persona que le evitara estar a tiro directo, aunque sabía que eso no era garantía...
Mientras tanto, allá fuera, la lluvia continuaba cayendo de manera constante y sin visos de parar...
(podi - cuentos e historias oníricas)
Rua do Villar, Santiago de Compostela
07/10/2014
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IT Il signore dello sportello dell'ufficio postale gridó per seconda volta. Il 234?? ma nessuno accorse. Intanto, una persona - capelli grigi e lunghi, occhi a mandorla ma no orientali e un cappotto anche grigiastro - gesticolava tra gli altri utenti, da solo, per altro, e scuoteva un biglietto per la fila in alto. L'impiegato cercava di dirgli che poteva essere atteso nel suo sportello ma l'uomo dei capelli grigi si svolse allo sportello di una sua compagna, che si trovava con un altro utente e gridava "io ho il 230 e il 230 non è mica uscito. Chi può aiutarmi??" E il signore dello sportello vicino che continua a dire, io sono libero, qua!!
Allora, il nostro personaggio si avvicina allo sportello libero e continua a gridare "SONO IL 230, SONO IL 230 E LEI HA CHIAMATO IL DUECENTOTRENTAQUATTRO!" E l'impiegato: non si preoccupi, io posso stare con Lei.
A quel punto, l'uomo dei capelli grigi, tutto agitato e all'improvviso, ha saltato il bancone e una volta all'interno dell'ufficio ha mostrato una pistola e ha detto: "ADESSO STARETE TUTTI A SENTIRMI" e spara una volta. "QUELLO LÀ HA ASSAGGIATO QUESTA" ("questa" era la pistola) e torna a sparare "E ANCHE QUELL'ALTRO!" ma non si vede che nessuno sia abbattuto o caduto. Il dipendente che voleva servire la persona non che si sia nascosto ma si è accucciato e tra lui e il violento c'è un'altra persona e non possono vedersi tra loro, ma lui sapeva che se l'altro volesse potrebbe sparargli lo stesso...
Intanto, al di fuori, continuava a piovere, in un modo persistente come non succedeva da tempo...
(podi - racconti spezzati)
PODI-.