Caminando por la montaña una compi-montañera nos dice que tiene uno de los boches de la mochila roto, que se le rompió durante una travesía que hicimos hará cosa de un mes. "¡Anda! A mi también se me rompió en la misma travesía un broche de este tipo...".
Hoy atendí en el trabajo a un cliente que traía el número de turno de espera "357". Siempre que veo este número, en cualquiera que sea su contexto, recuerdo el número de teléfono de un amigo, que comenzaba así (número que, después de más de 10 años de móviles i agendas electrónicas que hicieron olvidar los teléfonos ajenos, aún recuerdo de memoria). Hoy, y no otras veces, he sentido la necesidad de decírselo, de decirle que me he acordado de él por dicha circunstancia. Le envié un correo y me contesta diciendo que hace cosa de diez minutos le ha pasado a él lo mismo con dicho número. Con él, también me han pasado algunas sincronicidades relacionadas con el teléfono.
És l'univers lligat, que amb aquestes coses em fa l'ullet i em recorda que està ahí, guaitant per mi...
podi-.
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