memorias de la marquesa de avendaño
Pues en este libro se trata de las memorias relatadas por la Marquesa de Avendaño, una persona que nacida a finales del siglo XIX nos va relatando su vida, desde la infancia, cuando vivía en la orilla izquierda de la ría - Portugalete -, hasta su vejez. Entre tanto está el traspaso de parte de la familia a la orilla derecha - las Arenas -, a pesar de las críticas de quienes se quedan en el viejo torreón de Portugalete, ya que ven ese cambio de orilla como un cambio degenerativo también de las costumbres, ligado al ascenso económico de toda una clase social, propietaria de minas en un inicio, fundadores de la gran economía, como el Banco de Bilbao, y la siderurgia, la Naval,...
En las Arenas se consolida una serie de familias influyentes que se codean con los reyes de turno con una familiaridad asombrosa, al tiempo que en la otra orilla se van asentando las clases trabajadoras.
Se nos describen los inicios del Marítimo, del Abra, que daría lugar al puerto, en el mar, de Bilbao. La economía va viento en popa, al menos para esta clase social; sería el "esplendor", aunque también se nos describen los momentos malos, los golpes que toda esa "aristocracia" va recibiendo. El primero por el cual nuestra marquesa se ve impactada es la Guerra Civil, donde Ignacio, su marido, es víctima de la misma. No obstante no sobreviene la ruina, las cosas vuelven a rehacerse, el control de la industria y la banca está prácticamente en las mismas manos. Hay como un cierto período de calma hasta el incendio - a manos de un terrorismo que aún no se sabe bien cómo se desarrollará - del Club Marítimo el Abra, en Getxo, en 1973, aunque sin nombrar a ningún grupo terrorista, ni siquiera la fecha en que acontece la tragedia. Es una bofetada que no se sabe bien de dónde ha venido, ...o se sabe pero se calla.
Al tiempo se inicia otra gran crisis económica e incluso un secuestro de uno de los hermanos de la Marquesa, César, que acaba con la muerte del secuestrado. Se pone de manifiesto las diferentes posturas familiares: pagar, resistir, eludir de algún modo,...
Finalmente la crisis puede más, pero el resto no deja de ser un factor importante, y empiezan a verse rótulos de "en venta" en diferentes fincas de las Arenas. Nuestra propia Marquesa de Avendaño cae en una ruina total, que no toca a sus hijos, los cuales ya no representan ni de lejos aquel "esplendor" de antaño. Son las cenizas del esplendor.
En las Arenas se consolida una serie de familias influyentes que se codean con los reyes de turno con una familiaridad asombrosa, al tiempo que en la otra orilla se van asentando las clases trabajadoras.
Se nos describen los inicios del Marítimo, del Abra, que daría lugar al puerto, en el mar, de Bilbao. La economía va viento en popa, al menos para esta clase social; sería el "esplendor", aunque también se nos describen los momentos malos, los golpes que toda esa "aristocracia" va recibiendo. El primero por el cual nuestra marquesa se ve impactada es la Guerra Civil, donde Ignacio, su marido, es víctima de la misma. No obstante no sobreviene la ruina, las cosas vuelven a rehacerse, el control de la industria y la banca está prácticamente en las mismas manos. Hay como un cierto período de calma hasta el incendio - a manos de un terrorismo que aún no se sabe bien cómo se desarrollará - del Club Marítimo el Abra, en Getxo, en 1973, aunque sin nombrar a ningún grupo terrorista, ni siquiera la fecha en que acontece la tragedia. Es una bofetada que no se sabe bien de dónde ha venido, ...o se sabe pero se calla.
Al tiempo se inicia otra gran crisis económica e incluso un secuestro de uno de los hermanos de la Marquesa, César, que acaba con la muerte del secuestrado. Se pone de manifiesto las diferentes posturas familiares: pagar, resistir, eludir de algún modo,...
Finalmente la crisis puede más, pero el resto no deja de ser un factor importante, y empiezan a verse rótulos de "en venta" en diferentes fincas de las Arenas. Nuestra propia Marquesa de Avendaño cae en una ruina total, que no toca a sus hijos, los cuales ya no representan ni de lejos aquel "esplendor" de antaño. Son las cenizas del esplendor.
Las Arenas - Puente Colgante
Puente de Vizcaya
PODI-.