Llegué más tarde que "yo"

Venía del mercado del barrio, de comprar, con el carro de la compra a tope -agua, más que nada, agua engarrafada (envasada)-. Aproveché, no obstante, para otras compras y ya llené el carro.

Al llegar a casa, abrí la puerta del portal y entré con mi carro en el mismo. Hay que subirlo escalón a escalón. Es lo que pasa cuando no hay ascensor, que hay que subirlo escalón a escalón. Al empezar el ascenso -no son muchos pisos- oí que en un par de rellanos más arriba que donde estaba yo alguien también estaba subiendo un carro, pues es fácil identificar el ruido de un carro subiendo peldaños uno a uno. El ruido del carro subiendo de escalón en escalón cesó cuando éste llegó a mi rellano, abrió mi puerta, se introdujo rodando -se oía rodar- y cerró la puerta.

Un poco estupefacto, llegué a mi rellano y me di cuenta de que no llevaba las llaves de casa. Había abierto la portería pero ya no tenía las llaves. Bajé mirando escalón a escalón que no se me hubieran caído, pero llegué hasta la misma portería y no había rastro de mis llaves.

¡Claro! ¡Lo entendí todo al momento! Quien subía un par de rellanos antes que yo era "yo" y yo había llegado un par de rellanos retrasado respecto de "yo", que tenía las llaves y entró con su carro.

Yo no podía llamar al piso, pues "yo" estaba dentro y era incongruente que yo pudiera ejercitar algún tipo de acción contradictoria con la posición espacio-temporal de "yo". Así pues, debía de esperar a que "yo" saliera nuevamente a la calle y en ese momento yo podría incorporarme a "yo".

Pues nada, a esperar en el rellano.

podi-.