martedì 20 aprile 2010

El cambio cuántico - Ervin Laszlo (univers lligat - XXIII - Sincronicidades)

ESP



 El hombre, ¿forma parte de un sistema natural? Para mí sí. El autor nos dice...:

  Actúa de manera que asegures la continuidad sostenida de la naturaleza.

  Yo, más bien, digo...: Actúa de manera que no alteres la naturaleza poniéndola en tu contra, no porque tengamos tendencia a actuar "antinaturalmente", sinó porque tenemos tendencia, últimamente, a hacerlo en detrimento nuestro. Pero, en todo caso, hagamos lo que hagamos, para mí será "natural" porque somos un producto de la naturaleza.

  Unos párrafos después, el autor acaba diciendo algo parecido.

  También nos dice que la esperanza está en la intuición. La esperanza para salir del cataclismo al que nos estamos dirigiendo si no hacemos nada. Yo pienso que si bien en el pasado la intuición nos fué muy útil para tomar decisiones rápidas y sobrevivir, en realidad "fallamos" mucho cuando usamos la intuición (no siempre) y las pequeñas previsiones que de ella extraemos nos ofrecen continuos contratiempos del tipo "yo pensé que..." "creí que...",

  También aborda el tema de las sincronicidades, intentandoles dar una explicación física. Si algunas partículas cuánticas pueden sincronizar sus vibraciones sin estar en contacto directo entre ellas, ¿...podría hacer lo mismo la consciencia de la humanidad "vibrando" al unísono en la dirección que nos convendría para no caer en el abismo?

  Hasta aquí, el libro lleva un tono. Lo que la humanidad hace mal, lo que debería hacer para que nos fuera mejor,...

  ...Luego, Ervin Laszlo nos presenta el Club de Budapest, del que es presidente y del que habla como si de un observador externo al mismo fuera.

  Pero más tarde el tono vuelve a cambiar al explicarnos la asistencia a una sesión en la que los muertos podían comunicarse a través de un aparato de radio antiguo con los asistentes a la sesión. Estas "conversaciones" intenta explicarlas en términos científicos, basándose en el rastro que nuestros pensamientos dejan en una especie de "caldo cósmico" que todo lo une y "pone en onda", por así decirlo. Nuestros pensamientos irían quedando en "eso" y podrían ser captados posteriormente -una vez fallecidos ya- por aquellas mentes que tuvieran una especial receptividad a ese rastro dejado por el pensamiento en el pasado (y que podría seguir desarrollándose por sí mismo).

  La única conexión que veo entre primera y segunda parte sería que la concienciación a la que ha de llegar la humanidad se pudiera producir por la sincronización que a través de ese "caldo cósmico" se produciría en todos nosotros. No sé si el autor quiso decir algo así.

podi-.

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